CONTADOR DE VISITAS

Druso Germánico, el último Héroe de la Antigüedad


Homero, en su famosa Ilíada, nos ofrece el ejemplo de héroe por antonomasia: Aquiles es fuerte y apuesto pero también el más veloz de los hombres y su característica principal viene dada por su carácter en la lucha. Es, sin duda, el guerrero griego de formas atléticas y perfil indomable que dibujaremos en nuestra mente si pensamos en las grandes gestas de la antigüedad. Comparte vivencias con el fiel amigo Patroclo, así como Alejandro Magno lo hará, posteriormente, con Hefestión. Pero si es recordado por un detalle, ese no es otro que su celebérrimo talón, una parte del cuerpo que simboliza la debilidad hasta en el más fuerte. Es la visión humana de las desgracias, aún en los grandes héroes. Troya así nos lo recordó.

Alejandro se convertirá en Magno al conquistar Oriente batalla tras batalla e intentando emular a Aquiles, su espejo y modelo durante toda su vida, poco a poco olvidó las enseñanzas que Aristóteles le ofreció de niño: se olvido de ser humano, sus gestas sólo le traían brisas de heroicidad y mito. Y olvidó que los héroes no están tocados por la divinidad, la parca les aguarda también a ellos con vestidos caprichosos. Su muerte, fuera enfermedad o envenenamiento, se olvidó de despedirle con honores.

Después del mito de Aquiles y la grandeza histórica de Alejandro, podíamos hablar de Julio César. Sin duda, su historia no defraudaría pero es más romántico repasar la historia de un coetáneo de Julio César, el último héroe de la Antigüedad tras la muerte de Julio César.

Nerón Claudio Druso, es nuestro personaje. Quizás, si buceáramos en su historia sería el personaje romano de muchos de nosotros pero es el gran desconocido y pocos saben que debía haber sido Emperador de Roma, en aquellos primeros tiempos del Imperio Romano.

Nace en Roma un 24 de Mayo del año 15 A.C., los augurios celebran su nacimiento con un futuro prometedor y lleno de exitosas vivencias. Coexistirá con el gran Julio César en sus primeros años de vida, antes de la famosa conjura del Senado romano. Su familia hunde sus raíces en lo más glorioso del momento: por parte paterna su abuela es Livia, la primera dama de Roma y mujer de Augusto durante su reinado, aunque el padre de Druso no es hijo de Augusto ya que Livia tuvo un matrimonio anterior. En la línea materna sus abuelos son Marco Antonio, el fiel compañero de Julio César en un ejemplo más de la relación Patroclo-Aquiles, y Octavia, la hermana de Augusto. Además es familia directa de los siguientes emperadores de Roma, tras Augusto: sobrino de Tiberio, padre del perverso Calígula y hermano de Claudio, aquel tullido que contra todo pronóstico llega al cenit de poder romano pero, sin duda, el verdadero amigo de Druso.

Al morir su padre, es adoptado por Tiberio y este buscará que el joven se fogueé junto a él en numerosas campañas por el orbe romano. Primero en Panonia, la zona de Austria y Hungría bañada por el Danubio, y después en Germania demostrará su valentía y arrojo, aunque sobre todo destacará por el honor. Esta forma de comportamiento le lleva a César Augusto a nombrarle cónsul a temprana edad y sus tropas ya no dejarán de ensalzarle hasta su muerte. Había nacido de nuevo Aquiles, encarnado en la figura de Druso.

En estas, Roma, con los sofocos y vergüenzas producidos tras el desastre de la batalla de Teutoburgo, decide, por mediación de Augusto, mandar al joven Druso a remediar el entuerto en el que se habían metido. Hay que recordar que en Teutoburgo, el ejército romano encabezado por Varo sucumbe ante los germanos en una emboscada que les lleva a la masacre de tres legiones con la captura de sus águilas. Estas águilas, estandartes romanos, eran lo más sagrado de una legión y perderlas significaba el oprobio y la desgracia para Senado y pueblo de Roma (el famoso SPQR de sus estandartes). Así que el nuevo héroe de Roma, Druso será el encargado de vengar la afrenta. Parte con la intención de pacificar la zona, pero asimismo con la misión de encontrar el lugar de la masacre y poder dar sepultura honrosa a los caídos. Tácito en una famosa cita describe la situación:

"No lejos estaba el bosque donde se decía que los restos de Varo y de sus legiones quedaron sin sepultura. A Germánico le vino el deseo de tributar los últimos honores a Varo y a sus soldados. Esta misma conmiseración se extendió a todo el ejército de Germánico, pensando en sus parientes y amigos, en los azares de la guerra y en el destino de los hombres... En medio del campo blanqueaban los huesos, separados o amontonados, según que hubieran huido o hecho frente. Junto a ellos yacían restos de armas, y miembros de caballos y cabezas humanas estaban clavadas en troncos de árboles. En los bosques cercanos había altares bárbaros, junto a los cuales habían sacrificado a los tribunos y a los primeros centuriones".

Con el ánimo levantado, tras cumplir el ritual con sus muertos, consiguen derrotar a los germanos y recuperar las águilas que son llevadas a Roma en su triunfo y depositadas en el Templo de Júpiter, el Dios supremo. En este triunfo, Roma consagra a Druso con el sobrenombre de Germánico. Roma le aclama, sus legiones le honran y el Senado ve en Druso Germánico un digno sucesor como cabeza del Imperio. Tiberio comenzaba a dudar sí el producto que estaba creando con su hijo adoptivo no se volvería contra él. Mas aún cuando, a la muerte de Augusto, sus legiones proclaman a los cuatro vientos quién debía ser su Emperador. Sin embargo Tiberio será el elegido y ello es aceptado deportivamente por Druso.

Druso y sus legiones, resuelven revueltas contra pueblos como los marsos, catas o queruscos, convirtiendo a la dominación romana esas áreas. La camaradería que reinaba con su soldadesca era tan evidente que los más veteranos al hablar de Druso evocaban a Julio César, los más versados hablaban de Aníbal y los mas soñadores de Alejandro el Magno. Pero Druso no era ninguno de los tres genios citados y sin embargo no tenía nada que envidiar a ellos, sus tropas lo adoraban tanto que estaban dispuestas a entregar hasta la última gota de sangre. El respeto y la fidelidad era el denominador común entre sus Legiones. El lema romano: VIS ET HONOR (Fuerza y Honor) nunca fue tan acertado al gritarlo y golpearse los pechos. Sentarse al anochecer, a la luz de la hoguera, en el campamento junto a un consúl romano era el mejor premio para cualquier soldado de sus Legiones.

Tiberio, celoso de su hijo adoptivo, decide alejarle de Germania y mandarle a los confines Orientales del Imperio como cónsul. Nicópolis, Armenia, Capadocia y Comagene son testigos de la magia desprendida de la personalidad de Druso. Las misiones en estas regiones son llevadas siempre a buen puerto y el mito de Druso se dispara con locura, Roma veía en él al nuevo Emperador tras la muerte de Tiberio. Este último, disgustado por esas habladurías que ya le buscaban sucesor en vida, decide poner fin al mito de Druso Germánico.

Druso, emulando a Alejandro Magno, viajará a Egipto, no para desatar el nudo gordiano, pero sí para visitar el misticismo de la Tierra que con sus famosos oráculos encumbró al genio macedonio. Tiberio, dueño y señor de Egipto, manifiesta públicamente su enfado con su hijo adoptivo pues considera que entrar en Egipto sin su permiso es una indecencia por su parte tal como si hubiera entrado en su propia domus sin anunciarse. Así que decide mandar a la belicosa Siria a Germánico y allí es mandado vigilar por el gobernador romano de aquella Provincia Imperial: Cneo Calpurnio Pisón, hombre de profundas raíces aristocráticas y fuertes defensores de la supremacía de los Patricios sobre la Plebe. Druso, al darse cuenta del marcaje al que estaba sometido decide enfrentarse a Pisón y no duda en intentar expulsarle de Siria. Pero en un ardid, Pisón, consigue envenenar a Druso Germánico provocandole así una muerte agónica tras una "misteriosa" enfermedad. Es el 10 de Octubre del año 19 D.C., una fecha trágica para los amantes de los mitos. El Senado decreta la condena a muerte de Pisón como principal acusado y posteriormente aplica la ley llamada "damnatio memoriae", la peor de las condenas posibles ya que prohibía el luto a su nombre así como la posibilidad de enseñar su imagen en los demás funerales de la familia Calpurnia. Era su final total, el ostracismo y el olvido debían hacer justicia por los crímenes cometidos en vida. Pero incluso esta célebre ley romana fue incapaz de permitir que su nombre perdurara en la historia, matar a Druso Germánico era algo así como matar a J.F. Kennedy en nuestros días, nadie olvidaría el maldito nombre que lo llevo a cabo.

Y como en las grandes conspiraciones de la historia, el verdadero instigador, es decir Tiberio, será el gran triunfador de esta historia. Se quitó de en medio al último mito viviente de la antigüedad, al único hombre que le hacía sombra desde las columnas de Hércules hasta el Eufrates. Bastó, para Tiberio, recordar la figura de Germánico con grandes honores en su entierro, recogidos también por Tácito en su obra, así como testimoniar el mito de Druso en un documento epigráfico, la Tabula Siarensis, de la cual una de sus copias fue encontrada en la provincia de la Bética.

La mujer de Druso, Agripina, será la única que acuse al Emperador Tiberio de su muerte. Su desgracia estará en que nadie la creerá o querrá creerla por miedo. Claudio, su hermano, también será testigo de todas estas intrigas pero su arrojo era escaso para destaparlo. Tras la muerte de Tiberio gobernará el hijo de Druso, Calígula, un loco ejemplar que nada tuvo que ver con el honor y la valentía de su padre Germánico. Claudio, el Patroclo o Hefestión de Druso, será el siguiente en proclamarse Emperador y por fin su hermano será admirado como mereció, como el último héroe. La amistad e unión entre ambos hermanos se vio reflejada en el Imperio de Claudio hasta el último momento, el Hado había sido caprichoso sí, pero había permitido que una parte de Germánico gobernará con Claudio. Dicen que cuando venció en Britania, lo que valió a Claudio el apodo de Británico, su espíritu fue poseído por el genio de Germánico ya que era casi incompatible ser tan temerario con todas las deficiencias físicas que Claudio tenía.

El mejor Emperador que Roma hubiera dado cayó envenenado, quizás como Alejandro. Una vez más se demostraba que los héroes, herederos de la gracia de Aquiles, no podían olvidarse de su talón. La inmortalidad hacía tiempo que los Dioses la habían desterrado de la Tierra y sin embargo unos pocos locos buscaron desafiar esa máxima. Honor a la figura de Druso Germánico.
Como Tiberio, en una ironía del destino, lo llamó en la Tabula Siarensis debe ser recordado:

"A quién nunca debió morir".

Vis et Honor!

La Luna bajo la esvástica

















“El día de hoy será decisivo en la historia de la técnica; con nuestro cohete hemos alcanzado el espacio libre y, por primera vez, lo hemos utilizado como puente entre dos lugares de la Tierra. Este 3 de octubre de 1942 es el primer día de una nueva era en la técnica de los viajes: la era de los viajes espaciales”
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Estas palabras pertenecen a Wernher von Braun, fiel seguidor de la literatura de Julio Verne, Doctorado en Física por la Universidad de Berlín en 1932 y posteriormente, en 1934, Doctorado en Ingeniería Aeroespacial. Estos datos quizás no dicen mucho, en cambio si argumentamos que fue el científico nazi por antonomasia y que esas declaraciones son realizadas durante su trabajo al servicio del Tercer Reich el asunto comienza a tomar forma...

Ese 3 de Octubre de 1942 es la fecha en que vuela el primer cohete moderno, bautizado por los alemanes como A2, tenía un control automático para poder dirigirlo. Esto que hoy día parece tan banal hizo contener la respiración del mundo entero, las repercusiones en el conflicto bélico del momento podían ser demoledoras. Sin embargo aún quedaba mucho camino por recorrer para poder usarlo como arma definitiva y precisamente tiempo es lo que no tenían los alemanes...

Hitler entusiasmado empieza a darse cuenta de la dimensión del hallazgo y decide poner en la base secreta de Peenemünde medios y personal para que Von Braun pueda desarrollar un cohete teledirigido cargado de explosivos. En esta zona del Báltico alemán pudieron trabajar alejados de la triste realidad acaecida por la Segunda Guerra Mundial y crear los misiles V2, todo un precedente en cuanto a técnica del posterior cohete lunar. Von Braun había sentado las bases de la aeronáutica espacial. Estas V2 eran en realidad el nombre abreviado de Vergeltungswaffe 2 ó arma de represalia 2, destinada a ser lanzada sobre Reino Unido como represalia por los daños ocasionados por la RAF (Royal Air Force) en suelo alemán. La mayoría de historiadores, así como militares, coinciden en argumentar que sí las V2 hubieran surgido en un momento anterior de la guerra ó al menos Hitler hubiera tenido materias primas y capital suficiente para seguir invirtiendo en Peenemünde, Europa habría seguido bajo el poder de la bota nazi.

Von Braun, al finalizar la guerra, es capturado por los norteamericanos, los cuales bajo el nombre de la Operación Paperclip llevan a Estados Unidos a 500 científicos nazis. Von Braun sería el principal protagonista de esta operación ya que sus conocimientos aeroespaciales eran inestimables en aquellos momentos. Después de ser exonerados de su pasado nazi, Von Braun y su equipo reciben la nacionalidad americana pasando a trabajar desde la USAF (United States Air Forces) a la NASA, dónde directamente dirigirán el proyecto que crea el Saturno V, el cohete que llevará al hombre a la Luna. El cohete que auxilia en su vuelo a las míticas naves Apolo...

Hermann Goering, durante los Juicios de Nuremberg, dedicó sus primeras palabras a americanos y británicos: "Han tenido mucha suerte de que la guerra no haya durado unos meses más...". Mirando a unos y otros desafió con la mirada y pasó a relatar como había proyectos para atacar EEUU con aparatos teledirigidos desde Alemania. El avance científico bajo el Tercer Reich había sido espeluznante, nunca en tan poco tiempo se habían conseguido tamañas hazañas. Si nos centramos en el campo de la aeronáutica: el avión supersónico de los hermanos Horten, el misil que Von Braun tenía preparado para lanzar desde Alemania hasta EEUU ó el bombardero suborbital Sänger, lo que se ha considerado la primera nave espacial de la historia proyectada para alcanzar la velocidad de Mach 20, es decir, ¡20 veces la velocidad del sonido!

Los ensayos atómicos en la Isla de Rügen, llevaron a los nazis a un conocimiento profundo de la potencia y alcance que supondría una explosión atómica. El U-Boot 234, capturado en mayo de 1945 en aguas del Pacífico, partía desde la derrotada Alemania con información y material radiactivo (uranio enriquecido) que apoyarían el estudio atómico en Japón pero al ser interceptado por EEUU les brindará, a estos últimos, la información necesaria para desarrollar la definitiva bomba atómica. Al parecer, dos meses antes del fin de la guerra, los científicos estadounidenses estaban estancados en sus estudios atómicos; la captura del U-234 les supondrá conocer los avances nazis y así ser capaces de fabricar la bomba atómica. A esto se suma que más de 3 millones de patentes científicas alemanas son incautadas por los Aliados. A nadie se le escapa que los nazis llevan a EEUU a la Luna, gracias a sus avances y a sus científicos, pero tampoco debe dejarse de lado que la bomba lanzada sobre Hiroshima, la primera bomba atómica de la historia, es básicamente alemana en cuanto a método y técnica de fabricación.

En las montañas del Harz, al Norte de Alemania, se desarrollaron misiles teledirigidos así como torpedos que reconocían al agua electrónicamente y así ofrecían mayor potencia sobre este elemento. Los americanos al ocupar esta base subterránea volvieron a contener la respiración...

En el ártico noruego se desarrollo la actividad mas secreta de los nazis, en la base de Spitzbergen hay indicios de pruebas con armas climatológicas: generación de torbellinos o de rayos solares, el enigmático cañón sónico, etc...; además las pruebas con microondas tuvieron mucha relación con el radar de la época. Los SS de esta base secreta que se rindieron habían destruido documentos y lo poco que quedó se lo llevaron los americanos para sus posteriores pruebas en Alaska. Será esta base la que ocupe un alto lugar especulativo sobre los experimentos espaciales realizados por los nazis, parece ser que en Spitzbergen se desarrollaron proyectos "Top Secret" enfocados hacia la Luna.

Pero no sólo se especula con Spitzbergen, sino que la Antártida ha ocupado un lugar de honor en esa supuesta base de experimentación que llevara a los alemanes a la Luna. Karl Doenitz, almirante y jefe naval alemán, dijo en 1943: "La flota submarina alemana se siente orgullosa de haber construido un paraíso terrenal, una fortaleza inexpugnable para el Führer en algún lugar del mundo". Con el paso del tiempo muchos investigadores han creído ver esa fortaleza en la Antártida. En 1938 una sigilosa y secreta expedición alemana explora tierras antárticas, se buscó radioactividad bajo las tierras heladas con un resultado, aún hoy, desconocido. Si se sabe que desde 1940 los nazis, por medio de sus U-Boot, mandaban víveres, ropas, combustible y todo tipo de materias primas a los emplazamientos secretos que tenían en la Antártida. ¿Con qué fin? Se desconoce realmente, aunque las indagaciones suelen ir encaminadas a bases científicas de Alto Secreto. Se cree que la zona denominada La Reina Maud era su ubicación antártica, dónde incluso descubrirían ¿tierras templadas?

Alemania capitula poniendo fin a la guerra en Europa y tres meses después, en Mar del Plata, se produce un acontecimiento insólito. Pescadores de la zona divisan la esvástica en un submarino a flote, ponen la noticia en manos de las autoridades argentinas y encuentran que el U-530 lleva navegando casi cinco meses sin escalas y sin embargo esta repleto de víveres...al llegar militares americanos e ingleses interrogan a los tripulantes y descubren que son jóvenes de veinte años que hacen declaraciones mecánicas y bien aprendidas. Además el submarino iba repleto de cigarrillos, dato extraño ya que no está permitido fumar en el interior de un sumergible y mas aún al saber que ningún miembro del U-530 fumaba. El U-Boot tenía capacidad para veintisiete personas y sin embargo en su interior había más de 50. Los americanos llevan el submarino a EEUU y ya nunca mas se supo...

En Agosto de 1945 surge, en Mar de Plata de nuevo, otra sorpresa. Se rinde el U-997, después de cinco meses navegando, un hito en la historia de los submarinos pues son demasiadas jornadas sin salir a la luz con los condicionantes físicos y psíquicos que ello supone. Sólo habían parado en Alemania para desembarcar a los hombres casados, parecía que la misión era de una importancia suprema. Al igual que el U-530, había recibido la orden de navegar por el Atlántico Sur y siempre bajo el agua. Las investigaciones más incisivas apuntan a una dirección: la Antártida, la fortaleza inexpugnable del Tercer Reich y no parece descabellado argumentar que aquella era la ruta de los últimos U-Boot capturados. Y desde esa base, dónde había radioactividad aún por explotar, los nazis podrían haber creado cohetes hacia la Luna. Esta teoría, descabellada y loca a simple vista, es sopesada por algunos investigadores.

Quizás esto explicaría porque el Almirante Byrd, junto con 4.000 marines americanos, realize en Diciembre de 1946 una expedición llamada "High Jump" a la Antártida. Evidentemente 4.000 soldados en la Antártida no van a realizar labores científicas, entonces ¿que buscaban? se apunta a esas bases nazis y ese conocimiento científico desarrollado en las mismas.

Y como colofón a esta enredada historia, ¿Porque el viejo Hess se obsesionaba con la luna en su celda de Spandau? Rudolf Hess, lugarteniente de Hitler hasta su misterioso vuelo a Escocia y posterior captura, tenía un gigantesco póster en su celda con los cráteres lunares. Obsesionado por la astrología hasta el final de sus días, su otra pasión se ha mantenido oculta muchos años: la Luna y sus consideraciones científicas, los entresijos técnicos de la aeronáutica y la carrera espacial. Tenía verdadera fijación personal sobre la Luna, sus últimos días no cambiaron este interés y así se le puede ver en las fotografías añadidas con un aspecto desmejorado e incluso desaliñado, seguramente son sus últimos días de vida. Y sin embargo su dedo apunta al Mar de la Tranquilidad, aquella zona lunar dónde aterrizó el Apolo XI. Aún tenía fuerzas para mostrar su pasión y quizás la pasión oculta del Tercer Reich. La enigmática muerte de Hess en Spandau a los 93 años de edad abrió nuevos debates, su relación en vida con Karl Haushoffer, con la Thule y sobre todo con la Luna nos hacen abrir todos los sentidos para intentar comprender...

Y mientras, la Luna y la esvástica ofrecen aún hoy una extraña unión. Lo miremos por dónde lo miremos, ciencia y aeronáutica guardan una estrecha y enigmática relación con el Tercer Reich.



Emmanuel D´Hooghvorst


Los sabios de antaño han recorrido el mundo envueltos en oscuras vestiduras. Poseedores del secreto divino, no se han preocupado sin embargo de parecer sabios. El vulgo sólo se fía de las apariencias. Los adeptos han vivido ignorados casi siempre. Era la prudencia misma: querer descubrirse al mundo, incluso para salvarlo, equivale a condenarse con seguridad a la tortura y a la muerte. Los adeptos se han ido sin hablar, salvo en algunas ocasiones y aún así en términos enigmáticos, a modo de parábolas. Pocos entre sus contemporáneos han sospechado su secreto. Ahora, ya no se cree en absoluto en él. ¿Tanto se ha alejado nuestro espíritu, que nos hemos vuelto incapaces de dirigirnos hacia este secreto?
El texto es un fragmento de la obra Ensayo sobre el arte de la Alquimia de Emmanuel D´Hooghvorst. Un texto impactante sin duda alguna, capaz de perforar la conciencia de la humanidad. Reflexionemos sobre ello...
Emmanuel D´Hooghvorst es un aristócrata belga nacido en 1914 y que en 1949 decide participar en círculos esotéricos de la época, en concreto se dedicará al estudio de la alquimia en contacto con el pintor y filósofo francés Louis Cattiaux; un repaso de la obra de este último serviría para darse cuenta de la dimensión metafísica de los términos a los que aludimos. Desde entonces Emmanuel dedicará su vida al Hermetismo, aquella corriente mística-filosófica basada en los escritos de Hermes Trismegisto encontrados en el Egipto de dominación romana. El Hermetismo se sustenta en 3 pilares básicos: astrología, alquimia y la magia ceremonial compuesta de una mezcolanza de ritos griegos y egipcios. Todo ello formará una filosofía o forma de entender el mundo, con una cosmogonía previa por supuesto, que lleva al adepto a buscar la comunión con Dios como el estado supremo de perfección. Para alcanzar el fin es necesario ser "afortunado" y recibir las pertinentes revelaciones divinas. Estas tesis guardan bastante relación con el cristianismo primitivo en su vertiente gnóstica, mantienendo en común el carácter iniciatico.
En estas premisas navegaba Emmanuel cuando se decidió a buscar las revelaciones divinas en los textos antiguos. Desgranará textos míticos como el de la Odisea partiendo de la base que etiqueta a Homero de alquimista, gracias a las enseñanzas adquiridas en Egipto, para avanzar que la Odisea no es más que la alegoría de quienes practican el arte de la alquimia, mostrándonos los errores en que caen antes de conocer su verdadero secreto. En El hueso de la resurreción entronca el cristianismo primigenio con la conciencia moderna para hacernos ver que todos llevamos naturaleza de Adán en nuestro interior y es gracias a ésta por lo que Dios pretende nuestra salvación. Así Jesucristo llamado por esta naturaleza divina bajó hasta las profundidades de la tierra, lo que llamamos nuestro mundo, para recuperar lo que le pertenece, es decir la naturaleza adámica, y volver a ascender con ello. Por ello hay que despertar la conciencia mística, en cada uno de nosotros, del ocultismo en el que se mueve y esto no deja de ser una tarea individual en consonancia, eso sí, con Dios. Reunirse con un grupo o colectivo y promover el bien no sirve de nada si después en nuestras decisiones o actos personales tomamos caminos erráticos.
En Ensayo sobre el arte de la Alquimia, se propone al lector ser capaz de desvelar, entre la maraña de desinformación, la verdad. Aquella quimera tan perseguida desde los primeros pasos de esta extraña especie llamada humanidad. Todo el conocimiento verdadero esta velado, Emmanuel nos hace un guiño avisandonos de la incomprensión e intolerancia de la verdad así como la falsedad del concepto "apariencia". Nada es lo que parece y sin embargo son pocos los que eligen la senda adecuada. Emmanuel D´Hooghvorst, como los alquimistas de verdad y no los bufones mediáticos, insiste en que no basta el talento de una persona para alcanzar a Dios como tampoco es suficiente la inteligencia para desvelar un texto que encierra conocimiento iniciático. Sin la chispa divina, sin esa comunión con Dios a través de la meditación o el estudio en profundidad, no se puede percibir la intención oculta bajo el sellado de las palabras. Y así se transmite el conocimiento para el que sea capaz de observarlo, mientras tanto la mayoría solamente es capaz de leer. No es lo mismo observar que leer, ya que solamente observa el que previamente ha reflexionado y madurado una o múltiples ideas. El que tienda hacia la verdad debe saber que su camino será mas complejo y espinoso pero también gratificante.
El verdadero conocimiento no es abstracto, sino operativo y encarnado.
Extraños mensajes que nos deja Emmanuel D´Hooghvorst, todo un personaje que refunde en una tésis dos conceptos antagónicos a priori: Ciencia y Ocultismo. Pensemos en su mensaje por un momento.



Tintín en clave mistérica


Hergé nos ha regalado con sus viñetas inolvidables momentos. Sus personajes, desde nuestra infancia, han creado un universo paralelo a nuestra realidad con un código de honor exquisito. Y aquí haremos nuestra primera parada: el honor que derrocha el protagonista de sus viñetas, Tintín, no deja de ser similar al de personajes legendarios de la novela medieval: Perceval, Arturo, Gawain...todos ellos ligados a la eterna búsqueda del Santo Grial. Las aventuras y desventuras de unos y otros van ligadas a un alto código de conducta social con un mismo fin: buscar y/ó desvelar la verdad oculta. El verdadero premio es el aprendizaje como camino hacia la iniciación en busca de lo perfecto o inalcanzable. En ese camino el rastro dejado por estos personajes novelescos es el de un héroe. Tintín desde sus primeros álbunes también lo es.

Como el Juego de la Oca, Tintín es un transmisor de virtudes ocultas disfrazado de diversión infantil. Cada casilla de la Oca representa un paso adelante en nuestra gnosis y así también cada viñeta que dibujará Hergé es un paso más hacia el conocimiento. No sólo se trata de divertirse, significa algo más profundo. También lo ejemplificaban aquellos cuentos "sencillos" llamados: Blancanieves, Caperucita Roja, etc... ; la información o aprendizaje subyace oculta entre una maraña de datos divertidos, simples y directos. Estos últimos son capaces de llegar a todo el que bucee entre sus páginas, los primeros suelen permanecer ocultos a los ojos de la mayoría...

Tintín nos ha enseñado a viajar y respetar las culturas milenarias, de las cuales el mundo occidental debe aprender aún mucho. Quizás cuando desaparezca el velo de la soberbia y la vanidad ó quizás el equilibrio mundial debe volver a dar un giro para darnos cuenta. El compañerismo demuestra ser en sus viñetas básico para alcanzar metas, recordando a aquellos dos templarios subidos en un sólo corcel (símbolo presente en multitud de sellos e inscripciones templarias, era una imagen de la que gustaban representarse). Haddock y Tintín podían ser esos dos templarios que en un símbolo de unión son capaces de avanzar juntos hacia el misterio y llegar al fin del conocimiento. El corcel podría ser Milú, y como les gustaba a los caballeros del Temple hablamos de un animal bien considerado con amplio protagonismo. Esto también podría evocar la visión oriental, que tanto atraía a Hergé, del mundo animal.

Hay un loco alquímico en la obra, no es otro que el Profesor Tornasol, extraño y solitario pero a la vez un ser profundo y versado. Tiene todos los ingredientes para que el producto final sea explosivo e innovador, para mostrar los avances a los que lleva el conocimiento oculto. Y sin embargo su fachada es la del sabio despistado y desaliñado, una vez más la primera impresión no es la que cuenta...como en Blancanieves, cuando todos la dan por muerta. El comic llamado El asunto Tornasol, una de sus obras por excelencia, nos muestra este planteamiento.

Será este mismo sabio "loco", Silvestre Tornasol, el que lleve a Tintín y su eterno compañero Haddock a la luna. Nada tendría de interesante esto en el contexto actual, pero publicar Aterrizaje en la Luna en el año 1954 es ya decir mucho. El Apolo XI, la nave en la que iban los sueños de toda la humanidad, pisa la superficie lunar en el año 1969 tras una disparatada y disputada carrera lunar. 14 años antes Hergé adelanta esas pugnas políticas en Objetivo: La Luna, a su lectura me remito. Por no hablar de los múltiples detalles que aún hoy nos asombran de la llegada a la Luna de Tintín y compañía; y precisamente nos asombran porque la mayoría de los lectores de Hergé recordamos la Luna tal como él nos la describe, es decir, con esa gravedad, con esa luz, con esos minerales, con esa orografía...lo curioso es que 14 años después las imágenes del Apolo XI nos confirmaran estos detalles. Hergé había pasado a la historia del misterio como protagonista, como Julio Verne lo hizo en su día con sus obras proféticas.

Podríamos recordar muchas más obras y aventuras, como aquellas en las que viaja por Egipto o por una China ocupada por el Japón Imperial ó en las que relata la piratería y el contrabando y una por una todas tienen un toque especial, una enseñanza oculta. La aparición del Yeti en el Tibet no es simbólica, nos lega un mensaje cifrado de otras especies humanas, paralelas a la nuestra tal como hoy la Ciencia está demostrando. Entre medias, aparecen personajes de todo tipo y dos destacan en multitud de episodios: Hernández y Fernández no son más que el reflejo de una sociedad aletargada y en posesión de la verdad, una verdad tangible que sin embargo se escapa como el agua entre los dedos de la mano y sin embargo siguen teniendo ocasión de conocer y aprender pero una y otra vez el agua se diluye entre sus dedos.

No quisiera terminar estas líneas sin hablar de la obra mistérica por excelencia de Tintín: Vuelo 714 para Sidney. Un vuelo que nunca llegó a su destino final pero que sin embargo en su aterrizaje de emergencia nos revela un pasado desconocido para nuestra civilización y unas verdades demasiado potentes para los débiles sentidos humanos. Ezdanitoff hace de médium entre nuestros aventureros y una civilización extraterrestre para lograr salvarles el pellejo, Ezdanitoff no es más que un bosquejo que Hergé se inventa para mostrarnos a Jacques Bergier, autor de El retorno de los Brujos. Una de esas obras mistéricas que supusieron un golpe en la conciencia humana, una obra llena de conocimiento oculto y que Hergé admiraba. Así no duda en copiar la figura de Bergier y plasmarla en su obra como la de Ezdanitoff, un iniciado que es capaz de contactar con otros mundos....inquietante cuanto menos. La foto que muestro es prueba de su parecido. A Tintín y Haddock no les estará reservado recordar nada después de su aventura, la amnesia que les provocan los extraterrestres tras su breve relación explica un concepto profundo: incluso los que buscan la verdad y están iniciados, Tintín por ejemplo, no deben recibir conocimientos exagerados pues el aprendizaje debe ser gradual, igual que los miembros de una Logia Masónica lo hacen.

En definitiva, hay mucho misterio no revelado a ojos de los mortales, misterio que uno puede ir desentrañando, únicamente, con paciencia y valor así como constancia. Muchos autores de lo oculto argumentan que sabio no es el que alardea conocimientos o expone con seguridad, sino el "loco" que es incomprendido; su manera de transmitirnos enseñanzas se hace velando la información.

La teoría aquí expuesta no responde a ningún texto o autor, sino simplemente a la reflexión personal que durante años he madurado sobre Hergé y su obra. Creer o no....esa es la gran cuestión de la humanidad. Mientras se piensa en ello ¡cuánto conocimiento se nos escapa!