CONTADOR DE VISITAS

SIRIA الجمهوريّة العربيّة السّوريّة Radiografía de un VIAJE



400 muertos. 500 detenidos. El régimen de Bassar al-Assad se tambalea. Israel no sabe hacia dónde mirar pues por una parte ha tenido esa frontera segura y, sin embargo por esas extrañas paradojas de la historia, son enemigos irreconcilliables ya que Bassar no ha dudado nunca en apoyar a Irán u organizaciones como Hamás contra la nación judía. Es duro ver como desde nuestro sillón occidental, lugar privilegiado sin duda, observamos la matanza de un pueblo. Impasibles unos, atónitos otros pero ambos seguimos sin mover un dedo por Siria, aquella nación con una historia tan rica que da vértigo enumerar sus antepasados: egipcios, persas, babilonios, bizantinos, sarracenos o turcos han dejado su huella en este territorio. Entre medias un tal Alejandro Magno la anexionó a su sufrido Imperio kilométrico, provincia romana con una herencia en teatros y ciudades casi mítica, tampoco es desdeñable hablar de fortalezas en épocas tan legendarias como las cruzadas dónde cobra protagonismo el añorado Al-Nāsir Salāh ad-Dīn Yūsuf ibn Ayyūb o Sala-dino para los guerreros "frany" que vinieron desde Europa.

Su territorio esta bañado por el Éufrates y en su lado más oriental el otro gran río de los primeros pasos de la humanidad (con permiso del gran Nilo), el Tigris, formando frontera con Turquía.  Un territorio (Siria junto a Irán e Irak), en definitiva, dónde surge la historia, dónde aquel ser llamado humano intenta dar sus primeras pinceladas racionales a un universo en ocasiones hostil.

Después de las revoluciones en Túnez, Egipto o el polvorín en el que se ha convertido Libia, los sirios buscaron su protagonismo y decidieron que la calle debía ser muestra de su desencanto con un gobierno que destina grandes partidas al armamento, y por ende a su ejército, en detrimento de otros bienes generales. El constante conflicto político que se vive en esa zona provoca este beneficio presupuestario del ejército y con ello el país sigue, continuamente, en vías de desarrollo.

La bella Palmira es una muestra de ello. Cerca de Irak se alzan las ruinas de una de las más bellas ciudades romanas de la antigüedad; enclavada en un palmeral rodeado de desierto, los restos de edificaciones son asombrosos si se contemplan por la noche desde cierta altura, un espectáculo conmovedor para cualquiera que se precie llamar humano. Pocos saben que Palmira antes de romana fue nabatea (aquel reino cuya capital era Petra, ciudad que merece una entrada por sí sola). Sin embargo si se sale de la zona turística  numerosas garitas del ejército sirio anuncian que por allí cerca se está debatiendo el equilibrio mundial, la cercanía a Irak no engaña.

Pero hay más muestras de belleza, infinitos retazos de paisajes y edificaciones que asombrarían a espectadores de todo tipo. En Hama se alzan las norias más espectaculares de la humanidad, unos artilugios hidráulicos que emiten un sonido evocador del pasado pero cumplidores, con creces inclusive, de su objetivo energético. Son más propios de un paisaje quijotesco y sin embargo están en Siria. Vale la pena descansar unos minutos a su vera observando a las gigantescas norias trabajando.

Hemos hablado de fortalezas y una destaca entre todas: el Krak de los Caballeros. Cuándo uno contempla el castillo desde la diestra del acantilado cree, por unos instantes, estar inmerso en las batallas medievales que se produjeron allí. Fortaleza de la Orden Hospitalaria en su origen, pasó por diferentes manos no sin un alto precio en sangre. Inexpugnable parece y sin embargo, un ejemplo más, la historia demostró que nada puede catalogarse con esta etiqueta. La visita al interior no defrauda, hasta el punto que los pasos parecen transformarse en choque de cascos y pisadas metálicas.

En Damasco se encuentra la mezquita por antonomasia de Siria, su profusión de elementos vegetales en el exterior auguran un interior bellamente ornamentado. La paz que reina en este lugar debe ser comparada a cualquier santo lugar de Occidente. Un sitio de culto y estudio, de reunión y familia dónde es fácil contemplar a un sabio anciano de largas barbas blancas y al lado a unos niños sonriendo mientras juegan con sus padres. La magnificencia del lugar lo hace esplendoroso, un verdadero lugar para buscar a Dios. Encontrarlo puede ser cuestión de fe pero el respeto te invade por unos instantes transportándote a una pequeña reflexión interna. No por casualidad esta mezquita, en el Islam, es por orden de santidad el cuarto lugar.

Damasco y su zoco tampoco son desdeñables. Pero la segunda ciudad siria, Aleppo, también dispone de un zoco a destacar; es en esta ciudad dónde observamos una planificación urbanística que no hemos observado en la capital, Damasco, dónde el bello caos reina en sus callejuelas. En Aleppo se dirimieron grandes acontecimientos de las cruzadas y así lo atestigua su magnífica fortaleza. Mientras uno se pierde entre sus gentes, bordeando la mágica ciudadela, siente el estar caminando por una de las ciudades más antiguas de la humanidad.

Casi en la frontera con Jordania se alza Bosra, dónde como legado de ocupación romana se puede observar el teatro romano mejor conservado de Oriente. Inmenso, desproporcionado y elegante. Aquí todavía se siguen representado las más bellas obras de la antigüedad con un éxito desmesurado. Bosra, como Palmira, se desarrolla bajo el Reino Nabateo hasta que la Legio III Cyrenaica la convirtió en su guarnición y Roma la embellece aún más si cabe. Extramuros del teatro de 17.000 plazas (se dice pronto...) podemos pasear por unas ruinas de basalto bañadas por el sol, consiguiendo que nuestra mente vuele a las rutas caravaneras y el paso marcado por las Legiones Romanas.

En el Museo de arte Pre-islámico de Damasco encontramos la última sorpresa con unas piezas que dejarían pasmado a Erich Von Daniken. Relieves sumerios, estelas asirias e incluso objetos persas nos llevan a un pasado en el cual Dioses y hombres dialogaban bajo un manto de estrellas. Ruedas solares, objetos fálicos y figuras antropomorfas, mitad hombres y mitad animales, muestran el sentir de otra época.

En mitad del camino hemos dejado la bella columnata de Aphamea, fortalezas en el desierto, charlas con beduinos y mucho narguile, esa pipa de agua que tanta curiosidad levanta entre los occidentales, el arameo hablado en Maaloula (lugar del que uno se enamora, literalmente. Un lugar, enclavado en un risco, para soñar con los ojos abiertos), la columna de San Simeón o las ruinas bizantinas de Serjelleh. Innumerables recuerdos vividos en una tierra de leyenda.
Esperamos que pronto Siria recupere su pulso normal y valga la pena pararse a contemplar Palmira de noche, disfrutar del sonido de la noria sobre el agua en Hama o escuchar, de nuevo, una obra del gran Plauto sobre el  imponente escenario de Bosra.

Pase lo que pase, que su legado nunca muera. Y que esa maravillosa gente que se cruzó en nuestras vidas por unos instantes, alcancen sus sueños. 








Hyeronimus Van Aken, EL BOSCO: retrospectiva de EL JARDÍN DE LAS DELICIAS












Museo del Prado, Madrid, Abril 2011. 

¿Quién fue el Bosco? un pintor de finales del siglo XV que firmó algunas de sus obras como Hyeronimus Bosch (de ahí el apodo que se le dio en Castilla: El Bosco). Y poco más se sabe, ya que no se puede fijar con precisión su nacimiento o defunción, ni siquiera anclar su obra en un estilo concreto. Pero, sin duda, lo más inquietante son sus representaciones oníricas impregnadas de las visiones que producen la peor de nuestras pesadillas. Hoy, al visitar la sala del Museo del Prado dónde están expuestas algunas de sus obras, he decidido pararme en El Jardín de las Delicias. Tiempo habrá de dedicarse a otras composiciones. 
Al llegar he podido observar el tríptico abierto y comprobar como no es muy difícil abstraerse ante esta obra sublime de la mente humana. Si cerráramos el tríptico nos encontramos con dos puertas que representan la creación del mundo, un territorio virgen de formas minerales y vegetales que en su origen no es más que algo simple e incluso gris, sin el colorido que genera la especie humana. Al abrir estas puertas, con la llegada del hombre, se representan tres escenarios distintos que transmiten la angustia del pintor sobre nuestra evolución como especie.
A la izquierda del tríptico se detalla la armonía de lo mineral, vegetal y animal. Esta última ha aparecido al fin sobre la tierra y no deja de ser un elemento más de la belleza del Paraíso. Si el Paraíso bíblico existió alguna vez, esta representación, por lo armoniosa y colmada de bienes, debe ser una de las más exactas. Jesús, en persona, da vida a Eva y de paso la presenta a Adán desmontando de un plumazo la teoría de la costilla. Este es el primer detalle apócrifo de la obra, pero hay más. En el centro se representa la fuente de la vida, una alegoría de las tesis alquímicas que manejaba El Bosco. 
En la tabla central del tríptico se desarrolla nuestra humanidad. Ahora de la fuente no mana conocimiento, como en el paraíso, sino pecados y más pecados que se extienden por doquier. Así no hay más que fijarse en los miles de detalles pecaminosos que el autor nos transmite para darse cuenta del mensaje: el hombre ha corrompido el paraíso terrenal con sus actos. Estos que, a simple vista parecen de connotación sexual, encierran un significado más profundo encubierto por el velo del conocimiento secreto. La Iglesia católica, perseguidora de cualquier herejía o disensión con lo ortodoxo, admite la obra ya que el pecado carnal parece ser el causante de todos los males y, sin embargo, Hyeronimus Bosch ha encubierto la vanidad, el egoísmo y la crueldad en pequeñas representaciones que componen el todo central. A la manera del "horror bacui" egipcio confunde al que contempla la obra de pasada pero con paciencia se pueden observar pequeños detalles significativos: otras torres parecen emular a la fuente primigenia del conocimiento pero ninguna consigue alcanzar los verdaderos secretos ya que todo está demasiado corrompido. Incluso algunos seres humanos parecen encerrarse en caparazones, mejillones o burbujas buscando, en su egoísmo, aislarse de la maldad sin darse cuenta que con su acto individualista no podrán alejarse. Sin embargo en la esquina inferior derecha está la esperanza y el verdadero conocimiento alquímico, señalado por un iniciado que ha comprendido la verdad se refugia un ser que mira aburrido, e incluso hastiado, los pecados de sus semejantes. Parecen estar a la entrada de una cueva simbolizando lo profundo que puede llegar a ser el conocimiento oculto y lo cerca que podemos encontrarlo si, verdaderamente, quisiéramos. 
A la derecha del tríptico, cerrando la composición, se encuentra el infierno como última evolución del hombre. Ya no hay posibilidad de vuelta atrás para todo el que llega aquí. Y por ello se les castigará acorde a sus pecados: una joven pecadora de soberbia y vanidad estará condenada a verse eternamente en un espejo maldito apuntando hacia su pecho dónde hay un sapo. Es uno de los cientos de ejemplos que componen esta locura. Lo mineral, vegetal y animal se funden en una oscuridad caótica hacia la que la humanidad ha querido llegar con sus acciones injustas y desmesuradas. La fuente de la vida ya ni siquiera es un recuerdo y un extraño hombre árbol nos transmite el dolor en clave alquímica. 

¿Estaremos aún a tiempo de parar esta locura a la que parecemos dirigirnos sin remisión?


Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Septiembre de 1598 (Extracto del diario de un cortesano perteneciente a la nobleza española)

Después de 53 días de agonía ha muerto el monarca mas poderoso de toda la cristiandad. Gota, accesos, artrosis o fiebres han provocado su muerte a los 71 años de edad. Llevaba cinco días sin comulgarse y eso, posiblemente, había multiplicado culpa y dolor. Había conquistado para España medio mundo y ofrecido una curiosa consecuencia: por primera vez en la historia de la humanidad un Imperio no se comunicaba por tierra entre sus diferentes territorios. Ahora había mucha agua de por medio y, sin embargo, trataba de manejar el asunto más alejado de Castilla con la misma mano de hierro que lo hacía en persona. Su intrincada red de espionaje le ayudo a ello, unos agentes que bien pudieron ser el primer gran servicio secreto profesionalizado. Felipe II era la referencia mundial del momento, la cabeza visible a la que se amaba u odiaba. Las guerras de religión que llevó a cabo en zonas como Flandes confirmaban su fe en la ortodoxia cristiana, nunca permitió el menor desliz y sin embargo una extraña sombra cruza en el umbral de su muerte. 
Unas extrañas composiciones pictóricas le tuvieron obsesionado en sus últimos meses de vida. Cuanto más cerca estaba la parca sobre su alma más buscaba refugiarse en las obras del pintor Hyeronimus Bosch. Unas obras de un pintor ya muerto que la Iglesia, a la que nuestro monarca tanto había dado en su defensa, pretendía alejar de la sociedad. Felipe II sólo pedía ver en sus últimas horas las obras de El Bosco en su alcoba. Cuadros que satirizaban el papel evangelizador de monjas, que demonizaban actitudes impropias de sacerdotes y curas y que no tenían reparo en presentar un mundo podrido en gran parte gracias al apetito insaciable de la poderosa Santa Madre Iglesia (Que Dios me perdone). Felipe II no era un monarca inculto, sino todo lo contrario, hablamos de un gobernante con sed de conocimientos propios de un gobernante griego. Y, es quizás, en esta ansía de saber cuándo pudo ir más allá de lo oficial y buscar claves alquímicas que le dieran poder eterno. El monarca desconocía que ese poder eterno no es terrenal y que todo el que intenta acceder a el desde una actitud inadecuada sufre el castigo del infierno. Para cuándo lo supo era demasiado tarde, las pesadillas eran norma en cuanto cerraba los ojos e incluso las visiones, despierto, le atormentaban. Había abierto una puerta sagrada que ya no iba a poder cerrar, el infierno le atormentó en sus últimos días de vida. Por ello en estas últimas horas se obsesionó con ver, constantemente, las representaciones de El Bosco. Entre ellas El Jardín de las Delicias. Trataba de buscar la forma de retroceder hacia el Paraíso, comprendiendo los errores cometidos en vida. Sólo que ya no quedaban horas suficientes para alcanzar la verdad oculta y falleció presa de la locura. 
Sólo Dios sabe si su alma pudo, al fin, cruzar el umbral que pretendía. Es posible que el arrepentimiento tan vivo y veraz que sintió en sus últimos días fuera suficiente. Pero cuándo uno es tan grande sus errores no lo son menos.


Hertongenbosch, Junio de 1463 (Entrada del diario de Anthonis Van Aken, padre de El Bosco)

Una catástrofe. Un incendio comenzado en la fecha del 13 de Junio de 1463 ha provocado la quema de 4.000 viviendas y la posterior persecución de unos pobres desdichados a los que se acusó de la tragedia. Estamos todos aterrados en casa. Las matanzas de inocentes han llegado hasta la misma puerta de nuestra vivienda, la tierra ha sido manchada de sangre. En búsqueda de culpables, las autoridades de la ciudad de Hertongenbosch, han declarado culpables del incendio a una secta adamítica, a la cual acusan de odiar este mundo presa del diablo desde los tiempos primigenios. Esta secta, adoradores de Adán y del Paraíso, está muy presente en nuestra ciudad y poblaciones vecinas. Mi hijo mayor, Goosen, pertenece a la misma y por ello estamos presas del pánico, creyendo que en cualquier momento puedan entrar y matarnos a todos. Goosen nos ha explicado las bondades de su fe y, según puedo observar, esta calando fuertemente en Hyeronimus, mi hijo pequeño. El saber oculto y la alquimia es un compendio peligroso en los tiempos que corren pero, sin duda, atractivo a los ojos de un joven despierto. Un buen amigo, noble de la ciudad, nos ha prometido que nuestra pertenencia a la Cofradía de Nuestra Señora nos va a exonerar de todo castigo e incluso sospecha. El culto que profesamos a la Virgen y el respeto a la tradición cristiana ha sido siempre norma de nuestra familia aunque mi hijo Goosen haya iniciado otro camino. Y este camino parece perseguir a Hyeronimus. 
Ayer de madrugada sorprendí a Hyeronimus, un joven de apenas 13 años, pintando escenas diabólicas mientras, a la vez, contemplaba escenas sangrientas que estaban teniendo lugar en la calle. Su diván ha sido el mejor observatorio para la contemplación de las persecuciones a los adamitas y su alma curiosa está absorbiendo las imágenes como el mar lo hace con la lluvia.
Quién sabe si algún día mi hijo, Hyeronimus Van Aken, es capaz de plasmar en uno de sus cuadros esta mezcolanza de miserias humanas y conocimientos iniciáticos. Es posible que pasado, presente y futuro se presenten de forma apocalíptica. Hyeronimus es tan sabio siendo apenas adolescente...


Museo del Prado, Madrid, Abril 2011

La voz de la conservadora del museo me sacó de mis pensamientos. Era hora de marcharse, El Jardín de las Delicias me había dejado absorto toda la tarde. Después de reflexionar había encontrado la esperanza en la composición pictórica. Siempre existirá, Hyeronimus Bosch la había ocultado como habían hecho otros sabios para transmitir el saber oculto. No hay más que acercarse al Museo del Prado y contemplar esta obra con una óptica distinta desde la que vemos el mundo.







CASANDRA, el mito transportado al Armagedón




Una extraña sensación me invadió. Abrí los ojos e intenté percibir algo tangible pero una espesa niebla cubría todo alrededor. Y ese extraño olor, una mezcla de azufre y… ¡qué diablos! El ambiente estaba impregnado de un olor conocido, olía a quemado. Allí no quedaba nada  libre que no estuviera bañado de ese olor, de unas llamas quizás recientes.

La agonía y la desesperación comenzaron a aparecer, ¿dónde me encontraba? ¿Por qué todo era un caos alrededor? Intenté recordar pero ese fuerte dolor en la cabeza…

Desperté de nuevo, esta vez el desvanecimiento había durado más. Al menos esa impresión tenía pues me encontraba mucho mas débil y dolorido. Y esta vez fui consciente y percibí que estaba en una bañera llena de agua, un agua muy sucia y polvorienta, quizás consecuencia del desastre, ¿pero qué había pasado? Era incapaz de recordar y ese maldito martilleo en las sienes me hacía desistir de todo esfuerzo. En ese momento pensé en la bañera y el agua, descubriendo porque había permanecido con vida ante la devastación de las llamas. Una imagen pasó fugazmente por mi cabeza…imposible capturarla.

Esta vez el letargo terminó por dolores musculares intensos agravados por el incesante martirio en mi cabeza. Pero ahora traté de ponerme en pie, resbalé al salir de la bañera y choqué contra restos de un mueble que se convirtieron en ceniza tras el encuentro fortuito. Eso me llevó al suelo y nuevamente, haciendo acopio de toda mi voluntad, me mantuve firme unos pocos pasos y tambaleándome traté de buscar una salida. Golpe tras golpe, tropezándome una y mil veces llegué a una puerta. La abrí con seguridad, y enseguida esta se vino abajo ante el espectáculo que presenciaron mis ojos. Cientos de muertos por todos lados, algunos en mesas, otros en camillas y otros menos afortunados esparcidos por el suelo. Allí se había librado una gran batalla contra la muerte y sin duda se había perdido. Un extraño líquido azul estaba presente en tubos, transfusiones, vasos, jeringas, etc.….

Tras coger un tubo con una muestra de ese extraño líquido, salí corriendo como un poseso, no sin antes pisar multitud de cadáveres. Mi estado era traumático y eso me hizo olvidar el resto de mi fuga de aquel extraño lugar. Al menos ahora no recuerdo como puede escapar del maldito lugar donde desperté. Pero al salir al exterior todo se complicó aún más, no había luz ni algún resto de alegría, todo era oscuridad y confusión pues ante mis ojos se extendía un infinito campo de cadáveres. Parecía el fin de la humanidad, si hubiera tenido que imaginarlo alguna vez nunca lo hubiera descrito con tanta tragedia. Para colmo al volverme a divisar el edificio donde había despertado, leí el rótulo de la entrada a duras penas provocando que mis ojos quisieran salir de sus órbitas. ¡Un teatro! Que clase de locura era esta…

Corrí con desesperación hacia ninguna parte, pues la desolación abarcaba todo el horizonte y ya nada parecía importar. Entonces volví a tropezar, pero esta vez con algo que parecía un cadáver y al tratar de levantarme apoyando mi mano sobre el torso desnudo y sangriento, noté una extraña falta de dureza para ser un cadáver así como una temperatura nada fría.
-       - Corre y deja constancia de lo que has visto, antes que tú también seas masacrado – mi estupefacción aumentó al ver sus ojos encharcados en sangre - ¡huye!

No tuve ocasión de réplica, exhaló el último aliento y seguí corriendo lleno de desesperación. Aún ahora no entiendo dónde saque las fuerzas para desplazarme a través de un espacio y un tiempo que parecían no corresponderme ya. ¡Qué locura en mis palabras!

Al fin llegué a un espacio parecido a una librería y allí arrancando una hoja de algo que observé similar a un libro me aventuré a escribir estas líneas. Impulsado  por las extrañas palabras de aquella joven moribunda que me instó a hacerlo, las palabras han ido saliendo una tras otra, sin pensar mucho en ellas ni volver a releerlas puesto que mis fuerzas son muy débiles ya.

Quizás es sólo un sueño y estaba condenado como aquella griega, llamada…Casandra creo recordar. Si no recuerdo mal tras una disputa con Apolo, la condenó a conocer el futuro pero con la premisa que al contarlo nadie la creería en sus vaticinios. Pero esto es muy real para ser un sueño o un augurio, mis fuerzas se consumían mientras el resto de la humanidad parecía haber perecido en una extraña tragedia.

Y en estas divagaciones transcendentales, algo se asomó a la memoria, al principio una ligera idea, luego más fuerte. Si podía ser esa la clave….la noche anterior al llegar a casa una extraña mujer joven me tendió la mano con ojos ensangrentados... ¡Oh Dios mío! ¡Es la misma mujer con la que tropecé! Ahora recuerdo como ella me ofreció una extraña ampolla…pero….no recuerdo más…tan sólo el haber despertado en ese lugar. Mis fuerzas….fallan…sin embargo mi memoria…comienza a recordar…esa ampolla vino conmigo…y…..ella….ella…me eligió. 



Todos los historiadores e investigadores en busca de la verdad se sienten como Casandra en algunos momentos. A veces creemos saber y todos miran hacia otro lado cuándo relatamos. Quizás el Armagedón este lejos aún, es posible que la marea nos vuelva a invadir unas cuantas lunas más y que no necesitemos líquidos azules para nuestra redención. Sin embargo el ojo de Casandra nos contempla desde tiempos inmemoriales. Para todos los que se han sentido identificados con Casandra. 

Nunca abandonéis vuestra fe, algún día Apolo levantará su hechizo.




NATALIE WOOD, el extraño mensaje de su muerte





Una actriz  nominada al Oscar en tres ocasiones. Premiada con un globo de oro. Protagonista de films memorables de la industria cinematográfica cómo: Rebelde sin causa, West Side Story o Centauros del desierto entre muchas otras. De una belleza y atractivo comparable, en su época, a la mítica Elizabeth Taylor. Y sin embargo una extraña maldición pareció llevarla a la tumba e incluso perseguirla una vez había fallecido.

En el cine hemos escuchado muchas historias fatídicas, con sus casualidades, que al hilarlas parecen desvelar maldiciones: tenemos un ejemplo en el papel de Superman, el cuál durante años ha parecido tan maldito para sus actores cómo si de la apertura de la momia de Tutankamon se tratara. Películas como Polstergeist o El Cuervo, así como recientemente El Caballero Oscuro, han dado lugar a un sinfín de especulaciones. Pero, sin duda, si analizamos todo con detenemiento nada como la maldición que persiguió a la atractiva Natalie Wood. Una extraño destino, un misterio que empieza y acaba en la letra W.

En realidad la actriz, hija de padres rusos, nace como Natalia Nikolayevna Zajarenko en San Francisco, California un 20 de Julio de 1938. Sus padres recientemente emigrados desde la antigua URSS, alertados por la tormenta que se avecinaba en Europa y hartos de los totalitarismos, deciden buscar fortuna en "la tierra de oportunidades". Pronto se dan cuenta que el apellido les puede cerrar puertas en un futuro y no dudarán, a los cuatro años de edad de la pequeña Natalia, en acudir al registro y cambiarlo por Gurdin.

Cinco años después comienza la maldición, una joven de 9 años presentada artísticamente como Natalie Wood interpreta un papel enternecedor, con los famosos almacenes Macy´s en el medio de la trama, en Miracle on 34th street. Son los primeros coletazos como Woods y la primera W que entrará en juego.

Después de ser estrella infantil, muchas voces pensaban que al llegar a la madurez se hundiría en el olvido como tantas otras veces ha ocurrido en la historia del cine. Pero Natalie Wood era una mujer de otra pasta y supo sobreponerse a las etiquetas y los tópicos para acabar dejando su huella en el paseo de la fama de Hollywood, una estrella merecida sin duda alguna. Aunque como todos los astros celestes su luz acabaría meguando en el firmamento, en su caso esto no sería por el eclipse que la pudieron producir otras estrellas sino por una tragedia mortal tan extraña como mistérica en cuanto a la aparición, por doquier, de la letra W. Remontemonos a la noche de los autos, recuperando toda la información posible. 

Nuestra máquina del tiempo viaja al 29 de Noviembre de 1981. Es domingo por la tarde en la Isla Santa Catalina y una ligera brisa anuncia que a la caída del sol refrescará. Enfrente de Santa Catalina, que se encuentra al Oeste de Los Angeles, está fondeada una embarcación lujosa con tres personajes bien conocidos por la farándula americana. Tres personajes que, curiosamente, forman una triple W: Natalie Wood, su marido Robert Wagner y el amigo de la pareja Cristopher Walken. Este último junto con nuestra bella protagonista estaban terminando de rodar la película Brainstorm, todavía hoy impresiona ver en los carteles de esta película a una bellísima Wood de 43 años de edad. Su último suspiro viva. Al caer la noche, en el yate Splendor, llamado así en honor a la película Splendor in the grass (Esplendor en la hierba), se decide pasar a la mesa y comienzan a beber vino y champán sin ningún tipo de moderación. A partir de aquí las especulaciones son de todos los colores.

El informe de la policía habla de una fuerte discusión entre la triple W (Wood, Wagner y Walken) y que, esto sumado al estado etílico, lleva a Natalie Wood a embarcarse en un pequeño bote y olvidarse así de la tensión provocada por sus dos acompañantes, son las 22.30 de la noche. Casados en dos ocasiones, Wood y Robert Wagner, lo que indica el grado de inestabilidad de la pareja, eran amantes bastantes celosos y eso les pudo llevar a hablar de un rumor que circulaba por California en aquel momento: durante el rodaje de Brainstorm entre Wood y Cristopher Walken había existido un affaire sentimental. La realidad es que pocos se explican si, realmente, existió esa infidelidad como podían estar juntos la noche de los hechos. Según el peritaje policial, Natalie resbalo de esta pequeña embarcación, golpeándose el cráneo y cayendo al mar. Esta teoría y la de un posible suicidio, que también se barajó, tenían una inconsistencia y era la creencia de que Natalie Wood sentía verdadera fobia al mar, lo cual hacía raro que buscara su muerte o, simplemente, tratará de huir a través de este medio. La versión oficial, llena de dudas, nunca supo explicar la realidad y optó por hablar de accidente de Natalie Wood y evitar así un escabroso suicidio o incluso un posible asesinato.

Con el paso del tiempo se fueron sabiendo datos nuevos, contradictorios y, cuanto menos, extraños. Si aceptamos la teoría oficial del accidente, nunca entenderemos como el aviso o señal de auxilio a la Policía se hace a la 01.30 horas de la madrugada. No tiene sentido que el informe oficial diga que a las 22.30 Natalie Woods decide marcharse sola en una pequeña embarcación. ¿Qué pasa entonces en esas 3 horas que median? evidentemente alguien miente en todo este asunto.
Desde el yate Splendor, se escucha a una voz femenina pidiendo ayuda desesperadamente y en seguida, y esto es lo más extraño, oye una voz de timbre masculino que dice: "ya vamos a ayudarte". ¿Ésta voz masculina era de su marido ó de Walken? en caso que así sea, ¿por qué no la ayudan finalmente? Las conclusiones aquí pueden ser infinitas, hay que tener en cuenta que en el Splendor, además de los tres actores famosos, sólo estaba el patrón del yate del que no se sabe nada, ni siquiera el nombre. ¿Por qué este secretismo? Lo que sí se sabe es el nombre de la mujer que ofrece este testimonio: Marilyn Wayne. Sí, seguro que han caído en ello ya, una nueva W para añadir más picante al asunto.
En 1992, y como colofón a los datos misteriosos que se conocieron post-mortem, las hijas de Natalie Wood deciden salir a la palestra y ofrecer sino su versión de los hechos si más datos contradictorios. Dudan de la teoría oficial del accidente argumentando que su madre es una gran nadadora y que en el caso de que hubiera caído al mar no hubiera tenido problemas para sobrevivir, más aún teniendo en cuenta que el golpe recibido no fue tan fuerte como para dejarla K.O. Pero además, y esto es lo que más páginas ha llenado, es que Natalie Wood había confesado a sus hijas, días antes de morir, que algo la atormentaba y provocaba una falta de sueño en los últimos días. No dijo más Natalie y las hijas especularon dejando entrever que había un lío amoroso-celoso en el medio de todo ello y que, esto mismo precisamente, la llevó a la muerte en el mar tras ser golpeada voluntariamente por uno de sus acompañantes. La Policía no volvió a abrir el caso dando carpetazo final al suceso. El yate Splendor, recordatorio de su consagración como actriz en Esplendor en la hierba, quizás vivió un suicidio parodiando al personaje que interpretaba en el citado film, Deanie, que intentaba suicidarse tirándose a una catarata. O es posible que la verdadera catarata, el torrente de pasión del extraño triángulo que esa noche se citó, la llevará a perder la vida.

Por cierto, la Isla Santa Catalina se encuentra al Oeste de Los Ángeles. A estas alturas, todos sabemos que West es otra nueva W a relacionar en este tétrico asunto de la letra en cuestión. Sus restos reposan en el mismo recinto que lo hacen personalidades del entretenimiento como Truman Capote, Burt Lancaster o, más recientemente, Michael Jackson. El nombre de este camposanto es WestWood Village Memorial Park. De nuevo la W en un maldito capricho del destino y esta vez, incluso, con su apellido artístico incluido.

Las tres W principales de la trama, se reunieron juntas por última vez en el funeral.  El coche fúnebre rodaba con velocidad lenta, sinónimo de lo doloroso que era llevarla a su tumba parecía como si con ello no hubiera muerto hasta llegar a su lecho final. Dentro de este coche fúnebre, el ataúd con Natalie Wood cuyo apellido significa madera, como el material del que estaba hecho el féretro y dentro del mismo coche su marido, Robert Wagner, cuyo apellido en alemán se traduce por carretero. A pie más familiares y amigos, entre los que estaba, como no, Cristopher Walken cuyo apellido en alemán se traduce por el que camina. Y aquí debemos pararnos, quizás por última vez en esta historia maldita, para darnos cuenta que las tres W tenían sus papeles dibujados por el destino con anterioridad, sus apellidos así lo demuestran. La madera dónde reposa nuestra bella protagonista, su marido como buen carretero es el que va en el coche y, finalmente, el caminante, Cristopher, que es la tercera W y quizás la clave de esta historia. ¿Es esto prueba que no existen las casualidades? Para algunos será una extraña casualidad lingüística, para otros un escalofriante colofón para una historia llena de misterio aún hoy.

Personalmente me hiela la sangre el haber buscado fotos para este reportaje y, en seguida, encontrar a Natalie Wood con sus manos extendidas y pegadas a su cráneo. Si manos y cabeza fueran líneas verticales estarían formando una gran letra W, de 3 brazos para no romper la trinidad. Se puede ver más arriba.

El mensaje parece estar ahí, aunque una vez más el velo de la muerte nos traiga aires trágicos, sigue soplando una cierta brisa fría que hiela nuestros huesos. De vez en cuando también sale el sol, aunque la bella Natalie Wood ya jamás lo vea aparecer desde este misterioso planeta llamado La Tierra.





El enigma Hess, las líneas de su destino


Rudolf Hess es sinónimo de misterio. Es quizás, por importancia, el mayor de los enigmas que se producen en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. Su experiencia vital y su relación con la rueda del destino produce asombro pero, sin duda, todo es acentuado con ese misterioso vuelo a Escocia en 1941 y finalmente aderezado con su, no menos, extraña muerte en la prisión berlinesa de Spandau. Curioso y atractivo menú el que iremos degustando en estas líneas.

Hess nace en Alejandría, hijo de comerciantes alemanes emigrados en busca de nuevos negocios. Su infancia en Egipto puede ser uno de los desencadenantes de sus supersticiones y tendencias hacia lo mágico que marcarán el resto de su vida: la familia tenía amigos coptos que, al parecer, introdujeron al pequeño Hess en la filosofía gnóstica-oriental. Todos los años viajaban a Wunsiedel, en Baviera, para no perder el contacto con Alemania; estos viajes y el anhelo posterior en la distancia le convirtieron en un ferviente patriota. Sus padres querían que estudiara en Alemania para ampliar miras empresariales en Egipto, pero Rudolf Hess tomará la primera decisión drástica de su vida, las siguientes sumadas a las anteriores le llevarán a su trágico destino como si estuviera dibujado, a priori, en una pizarra divina. Decide, sin debatirlo con la familia, enrolarse en el ejército prusiano y combatir por Alemania en la Gran Guerra o Primera Guerra Mundial. Será herido en multitud de ocasiones, incluso de gravedad, pero el destino lo guarda para otros fines. Como muchos otros soldados, desde las trincheras, conoce el armisticio firmado por las autoridades alemanas comenzando la leyenda de "la puñalada por la espalda". Aquella que las autoridades nazis, entre ellas Hess, utilizaran en su provecho para el ascenso al poder. Descontento con la derrota busca consuelo espiritual en una sociedad secreta, la Orden de Thule, con un marcado pangermanismo que defendía una cosmogonía basada en lo que se denominaba ariosofía.

Además de la Thule, Hess buscaba una vía de acceso al poder , sino nacional al menos regional o local. Sus aspiraciones se verán colmadas al escuchar una arenga política en una cervecería de Munich. Adolf Hitler era su hombre, Hess así siempre lo dijo después de ese primer encuentro. Decide, y nos encontramos en la segunda línea marcada de su destino, entrar a formar parte de ese partido minoritario, el NSDAP, así como luchar con todos los medios a su alcance. El destino y sus caprichos nos traerán la tercera línea marcada del destino de Hess al participar en el putsch muniqués de 1923, salir ileso y, finalmente, caer preso en Landsberg junto a Adolf Hitler. Compartirían celda e ideas, sentimientos y pasiones que plasmarán en el famoso Mein Kampf. Ya no se separarán hasta 1941, por el medio hay años de camaradería que desembocan en la conquista del gobierno de Alemania, conflictos resueltos con otras potencias, apuestas arriesgadas como la de los Sudetes, triunfos plenos como el Sarre o el Anschluss con Austria y finalmente el comienzo del Apocalipsis con la entrada de la Wermacht en Polonia. En los escritos de Hess siempre hubo un marcado pacifismo en contra de la cúpula nazi que, entre otras cosas, había conseguido la recuperación económica alemana en base a la industria armamentística. Desde el 1 de Septiembre de 1939 Rudolf Hess comienza a distanciarse de la política beligerante contra Inglaterra del Partido Nazi y figuras siniestras como Bormann empiezan a florecer. Este es un punto conflictivo ya que realmente el mismo Fuhrer nunca tuvo clara la ocupación de Reino Unido, como lo demuestra el perdón al ejército inglés en las playas de Dunkerke o que la "Operación León Marino" para invadir las islas nunca se tomó en serio. Con todo Adolf Hitler llevará una política ambigua en este punto.

Aún así, Hess, nunca perderá su fe en Hitler, para el que busca la mejor de las salidas del conflicto mundial: la paz con Reino Unido; esta será su obsesión en el poco tiempo que le queda políticamente en activo. Hess pedirá, al mismo Führer, combatir en el aire con la Luftwaffe  y así cumplir su pasión que tampoco pudo cumplir en la Primera Guerra Mundial; Hitler se niega y le hace prometer que no volará durante un año. Amigo fiel como era cumple con honor la promesa, pero al tiempo utilizará la amistad con el creador de los cazas Messerschmitt para procurarse un aparato y volar a Reino Unido para conseguir un acuerdo de paz entre ambas naciones. Esta es la cuarta línea marcada de su destino, contra viento y marea en la Alemania nazi dónde imperaban las tesis de recelo a Francia e Inglaterra del Ministro de Asuntos Exteriores, Ribbentropp, Hess decide volar en soledad hacia su objetivo y su verdadera obsesión.

En realidad Rudolf Hess emprende el vuelo auspiciado por los buenos augurios que su maestro Karl Haushofer (teórico del Lebensraum y la geopolítica, curiosamente entra en desgracia tras el vuelo de Hess, para acabar en Dachau en 1944) y él comparten, confirman el día propicio para el vuelo del BF 110 a través de ciertos signos en la bóveda celeste. Pero hay más miga, a nadie se le escapa que si Hess va a pedir la paz a Reino Unido cuándo esta última está con la soga al cuello y Alemania, por contra, está en la cúspide de su hegemonía mundial es porque había habido conversaciones entre ambas partes previamente y, sobre todo, porque buscaba la paz entre ambas naciones por encima de todo. Unas conversaciones, en primer lugar, conocidas por Hitler como lo demuestra el trato que recibieron mujer e hijo de Hess hasta su muerte (a pesar de la reacción pública, teatral e histriónica, del Fuhrer en público) y, en segundo lugar, debieron ser unas conversaciones muy comprometedoras para la aristocracia británica como se atestigua en Nuremberg por su juicio como criminal de guerra (¿?) y  la posterior sentencia a cadena perpetua en una prisión, Spandau, vigilada por turnos entre las cuatro potencias vencedoras. Hay algo que se nos escapa y no nos han contado. El Messerschmitt B110, sin combustible, se estrelló y Hess no tuvo más remedio que saltar en paracaídas. Había sobrevolado la finca del Duque de Hamilton buscando la pista de aterrizaje pero no estaba señalizada con lo que, ante la oscuridad de la noche, debió perder el objetivo. Al parecer, a última hora, Gran Bretaña se había echado atrás debido a las presiones de Stalin que criticaba el doble juego británico con Alemania. La URSS sabía que si estas conversaciones fructificaban ella sería la verdadera víctima, no se equivocaba Stalin: a los 22 días del vuelo de Hess, la Wermacht penetra en la Unión Soviética comenzando la Operación Barbarroja. A Hitler le sale mal la jugada, en el último momento el Duque de Hamilton, por mediación de Churchill, había decidido apagar las luces de su pista de aterrizaje. La oscuridad de esa noche es sinónimo de derrota final, el cielo y la tierra por primera vez le negaban la razón a los nazis.

Hess, trasladado a Nuremberg (después de permanecer preso los 4 años restantes de la guerra en Reino Unido) para los interrogatorios previos al Juicio, aduce amnesia sobre su pasado y con ella se mantendrá durante todo el Juicio. Claramente, Hess, no estaba loco como aducía la propaganda nazi tras el fracaso de su misión pero tampoco estaba amnésico como el quiso presentarse. Entre medias de estos dos estados no debemos ver a un Hess criminal como le presentaban las potencias aliadas . Debemos, quizás, ver lo que subyace tras las medias verdades que nos han contado unos y otros, sólo así contemplaremos una persona inteligente y fiel hasta el final de sus días. Una persona que encerraba mucho misterio y que no sólo fue silenciada sino que se autosilenció. Un precio muy alto el que debería pagar en la prisión de Spandau, el prisionero número 7 estuvo 40 años preso, de los cuales 20 los pasará sólo tras la liberación de Speer.

Psicólogos e informadores de las diferentes agencias de inteligencia aliadas buscaban permisos para entrar en Spandau y entrevistarse con Hess. Pocos lo consiguieron, era una pieza demasiado preciada para exponerla al público. Se cree, según archivos desclasificados en los últimos años, que Rudolf Hess fue tratado con hipnosis en pro de buscar sus motivaciones ocultas; el experimento se realizó en Spandau y arrojó más dudas que verdades ya que Hess siempre que caía en hipnosis recordaba vidas pasadas. Lo curioso del asunto es que en su mayoría, estas vidas rememoradas bajo hipnosis, llevaban a una muerte violenta ocurrida en habitaciones o sótanos oscuros y estrechos. Quizás la mente de Hess estaba dando un informe del futuro que le esperaba. Lo cierto es que Hess, ajeno a todo tipo de hipótesis, siguió cultivando su mente en la prisión de Spandau, sobre todo con temas relacionados con la luna. El viejo Hess (remito a la entrada "LA LUNA BAJO LA ESVÁSTICA" del 21 de Abril de 2010) señalando puntos concretos de nuestro satélite es una imagen que trajo mucha polémica por lo que podía significar.

Y finalmente su muerte. La última línea de su destino y, de nuevo, misteriosa.  A los 93 años de edad, y después de más de 40 años de cautiverio estoico, el viejo Hess se suicida colgandose en el oscuro (quizás aquí esté la relación del experimento hipnótico) cobertizo del jardín de la prisión por el que paseaba. Raro, cuanto menos, que cuando la opinión pública presionaba más para su liberación y parecía avanzar en ello, no sólo desde círculos nazis, se quite la vida. Raro es que un viejo Hess, enfermo y sin fuerzas para tan siquiera levantar el brazo por encima del hombro, sea capaz de colgarse; la segunda autopsia revela que la muerte fue por asfixia pero es igual de improbable que la horca. Pero, sobre todo, lo mas raro de todo es que se suicide después de tantos años de cautiverio cuándo ya no tenía nada que perder y cuándo, Hess, afirmaba que estaba mejor en la prisión que afuera dónde había una humanidad que en su mayoría ni le entendía ni él quería entenderlos. Quizás los secretos que guardaba Hess en su fuero interno podían comprometer a las naciones aliadas que le mantenían encarcelado y así evitaban el escándalo de algunas de sus acciones o negociaciones, quizás fue mejor matarle ante tanta presión por su liberación. Puede ser que su libertad supusiera un auge del nacionalsocialismo al ser, su figura, un icono. El viejo Hess muere fiel a su ideal, no cómo otros nazis que no dudaron en renegar de todo o lanzar injurias para salvar el pellejo. Durante 28 años no permitió que su familia, mujer e hijo, fueran a visitarle ya que imaginaba el escarnio público que recibirían sólo por ese gesto, al final accede a estas visitas importandole bien poco todo lo demás. Miles de preguntas nos asaltan: ¿Quién era Hess realmente? ¿Qué sabía y por qué se silencia? ¿Quiénes eran sus cómplices? ¿El vuelo de Hess es premeditado o parte de un impulso? ¿Por qué su muerte? ¿Y por quién?

Rudolf Hess, el prisionero número 7 por el que se mantenía una enorme infraestructura de soldados y medios económicos sin igual en la Europa de postguerra; el prisionero que, a lo largo de la historia, ha ocupado el recinto de prisión más grande para una única persona; el prisionero que voló en busca de la paz y, sin embargo, juzgado y condenado por crímenes de guerra (¿?); el prisionero que sabía señalar el punto exacto dónde aterrizó el Apolo XI; el prisionero más enigmático de la historia contemporánea.

Para unos un loco perturbado, para otros un criminal de guerra y, sin embargo, para otros tantos tan sólo es el Mensajero de la Paz.




COLAPSO: FIN DEL SISTEMA


Imaginaros que las materias primas se agotan, que los productos elaborados que consumimos no podemos encontrarlos, que los aranceles comerciales dejan de existir porque no hay nada con lo que  comerciar.

En un mundo globalizado gracias a la revolución de las telecomunicaciones de repente nos levantamos un día y, ya no es que podamos chatear con nuestras amistades de tres calles más abajo, entendemos que las tragedias que están pasando aquí llegarán muy tarde al otro lado del mundo. Quizás demasiado tarde. El coltán, ese oro azul africano, está agotado como mineral a extraer y ya no se puede fabricar material tecnológico. Ahora la única opción es usar los viejos aparatos y extraer los preciados minerales ya tratados. Pero eso es complicado, todos quieren conservar su propia "moneda de cambio" provocando el comienzo de una escalada de violencia y caos.

La moneda no sirve de nada, debido a la inflación producida ante la carestía de productos se vuelve al trueque así como al uso de objetos personales como instrumento de cambio. Todos aquellos que atesoraban billetes deben calentarse con ellos ya que no hay otro uso posible. Calentarse porque el otro oro, el negro, se ha agotado tras unos años de abuso por parte de un mundo cada vez más lacayo de su uso. Cuándo pudieron invertir en combustibles naturales la ambición y la codicia cegó a los vanidosos, todos pagamos las consecuencias ahora. Ahora el rico se muere de frío también. Quizás la muerte, desde Jorge Manrique, no había igualado tanto a la especie humana.

Lo poco que produce la tierra se destina al consumo auto suficiente, al principio de naciones, luego serán las regiones y después los pueblos pero al final, y no tardó mucho, serán las propias familias las que defiendan ,con ojos recelosos, sus pobres cosechas. También podríamos recolectar pero resulta que hemos talado tanto espacio verde que abundan plantas decorativas entre una minoría que produce frutos. Otro tanto de lo mismo pasa con la caza, hemos mirado durante años a otro lado con la desaparición de especies animales y ahora que buscamos un bocado sólo vemos mascotas domésticas a nuestro alrededor.

¿Y los que tenían el dinero y sus lacayos políticos? pues algunos nos han abandonado, durante años han ido desarrollando bases secretas en sus respectivas potencias, sabedores que el final podía llegar. Han atesorado riqueza y poco a poco han desplazado sus posesiones a Plutón dónde gracias a una atmósfera artificial pueden desarrollar vida humana. Por cierto, la atmósfera artificial ha sido creada con agua dulce tratada. Si, han sido egoístas para no desarrollar aquí energía a través del agua y así evitar el colapso y han preferido invertir dinero y recursos en su propio beneficio. Nada anormal, ¿verdad? Los ricos que se han quedado aquí, pues poco importa ya que en seguida, como decíamos antes,  se han igualado al llanto de los mortales.
Algunos han iniciado represalias contra estos antiguos poderosos, pero ¿qué más da ahora? ojalá hubiéramos reaccionado antes porque el daño ya es irremediable.

Y mientras, ¿qué sabes tú de agricultura? ¿podrás vivir sin usar todos los trastos materiales que te rodean justo en este momento? ¿serás capaz de racionar el agua? ó por el contrario ¿tu egoísmo te llevará a matar a tus semejantes por beber un trago más que el prójimo? ¿De qué valen las religiones y los valores que promulgan si el ser humano fue, es y seguirá siendo el culpable de todo? El amor al prójimo es un paradigma de la ciencia pero es que hace un siglo existía tras una máscara de vanidad.

Todos sabíamos que las materias primas eran finitas, que los recursos energéticos se acabarían y, sin embargo, dejamos que siguiera gestionado por una especie rara de humanos. Aquella que era capaz de destruirnos por su propia ambición. Digo rara pero no ajena o escasa, comprended bien el término. El egoísmo ha campado por sus anchas y todos hemos estado sedados por una oligarquía que ha representando la obra de guiñoles más espectacular de toda la historia de la humanidad. Atrás quedan las tragedias griegas de Sófocles.

Ha llegado el colapso, el final de un sistema que nos ha traído el tan anunciado cambio de las diferentes civilizaciones y, cosa extraña, el sol sigue saliendo cada mañana. El viento sigue soplando con más o menos fuerza y la lluvia, bendita lluvia, a veces nos abraza con su manto bendito que nos vuelve a dar esperanzas. Hemos atacado a la naturaleza en una razzia salvaje durante siglos y, por contra, sigue triunfando sobre el hombre salvaje. La última lección, o quizás sea la penúltima y exista otra oportunidad.

Algunos quieren venganza y van a tener su oportunidad, en las bases de la antigua Rusia y los antiguos EEUU ( ya no existen países o fronteras, nadie ve vínculo alguno más allá de su familia ) se han encontrado restos que unidos pueden llevar a Plutón la destrucción. En Kapustin Yar se ha encontrado una nave de las que iban a Plutón para su evasión, al parecer no había combustible suficiente. Por contra en el Área 51 unos niños, desesperados en su búsqueda de agua y alimento, encontraron agua tratada;  pensando que podían beberla se envenenaron y murieron. Es el combustible que habían creado secretamente para escapar y crear la atmósfera de Plutón.
Al parecer se han unido para lanzar la nave al nuevo planeta, la nave irá cargada de radioactividad porque, y esto se me ha olvidado decirlo, de ésta el planeta Tierra está sobrada. Las centrales nucleares ante el colapso han reventado sus reactores expandiendo un ambiente radioactivo que ha generado muerte, enfermedades cancerígenas y, en menor media, malformaciones. Pero algunos "mutantes" que quedamos en la tierra van a vengarse. La radioactividad destrozará la artificial atmósfera de Plutón provocando el verdadero colapso. El miedo a que nuestro sistema solar reviente es menor, ya nada importa.

Para otros sin embargo importa mucho. Hemos desarrollado, gracias a las plantas tecnológicas encontradas en Corea del Sur, un chip que teletransportará a uno de nosotros al pasado para advertir de este futuro sombrío. Sólo hay un problema, la escasez de todo y el secreto con que hemos tenido que crear el chip ante el miedo a la incomprensión, nos ha hecho desarrollarlo muy limitado para su uso en un salto en el tiempo. Además traducir del coreano, tampoco ha sido fácil. Tras muchos años de estudio hemos conseguido ponerlo en marcha para esta noche. Para mí persona no ha sido fácil tampoco, ya que el elegido para usar el chip he sido yo. En un mundo rodeado de muerte y destrucción ahora siento el "egoísmo" de la especie humana, mi propio miedo a morir aflora. Hemos redactado este documento que esperemos llegue a las manos adecuadas y sea comprendido.

Llega la noche. Es nuestra última oportunidad para los que no buscamos venganza sino salvación. El chip es incorporado a mi cerebro, se ha usado todo el coltán posible, quizás eso produzca daños neurológicos irremediables. No pasa nada, adelante. Aturdimiento, mareos, malestar generalizado, desvanecimiento...y de repente abro los ojos. No tardo en reconocer que he aparecido en Picadilly Circus, Londres, por los carteles luminosos. Miro a mi derecha , observo hora y fecha en una pantalla: 22.00 horas del 22 de Diciembre de 2012. ¡ Maldita sea ! Quedan sólo dos horas para el colapso, para que los poderosos anuncien el final de las materias primas y acto seguido descubramos que están ya en Plutón. Miro al horizonte que se presenta a mi izquierda y observo que la luna emite un extraño resplandor. Agorera de nuestros sentimientos, llora desconsoladamente en su última noche de amor.

El chip, debido a nuestra menguado trabajo, no ha podido ir mas allá en el tiempo. Sólo me queda esconder este escrito en un lugar preciso y así otro viajero en el tiempo pueda comprender e incluso salvarnos.

Si tú lees estas líneas y estas a tiempo de remediarlo no dejes de luchar. Nosotros, desde el apocalipsis, nunca hemos desistido. Siempre existen unos pocos "locos" que sacrifican todo por nada, no lo olvides aunque sientas que tu mundo se desmorona.